Cuando el amor acaba en la pareja, pero hay hijos de por medio es necesario que los padres realicen actividades que les brinden desarrollo emocional saludable.
La rutina afectiva que existe en el hogar y con tus hijos pasará momentos duros si es que tu familia se enfrenta a una ruptura. Conservarla no solo es importante para tu relación con tus hijos, también es necesaria para que ellos desarrollen relaciones saludables con las personas que lo rodean.
La psicóloga Diana Pacheco, especialista del grupo de autoayuda Gaba, señala que es importante que la pareja se ponga de acuerdo en este punto para evitar afectar negativamente a los hijos. Es necesario que se mantenga la comunicación constante con ellos y se refuerce la idea de que nada cambiará para poder darles seguridad y estabilidad. Una separación puede ser un duro trance y es necesario abrirles las puertas para que lo puedan superar y sentirse en calma.
Para conseguir que tu separación no afecte a tus hijos, Pacheco nos da una serie de consejos que pueden aplicarse en este tipo de situaciones:
- Evita discutir frente a tus hijos, usarlos como mensajeros o discutir frente a ellos.
- No hagas comentarios negativos acerca de tu ex pareja o su nueva relación.
- De existir problemas legales, evita involucrarlos directamente.
- No desautorices al otro, tampoco intentes comprar su preferencia con regalos o salidas.
- Mantén contacto con ellos, con su tiempo, rutinas y amistades. Es importante que no se sientan “dejados de lado”.
- Pasen tiempo de calidad juntos, practiquen deportes, salgan juntos a jugar o conversar y no pierdan contacto o confianza.
- Pese a que sea complicado para ti, es importante que ambos puedan cumplir con sus horarios y tiempos de visita. Procura no mostrar hostilidad frente al otro.
Es muy importante también que mantengas control sobre algunas señales de regresión en su conducta, bastante frecuentes en casos de separación. Podrían mostrarse problemas emocionales o de conducta, ansiedad, inseguridad, problemas de sueño, llanto, irritabilidad o disminución de rendimiento académico. En estos casos, es importante acudir a un especialista para evitar que se agudicen.
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