La 'HCP Revolution X' puede alcanzar una velocidad de hasta 100 kilómetros por hora. Los detalles en la siguiente nota.
(Agencia N+1/ Beatriz de Vera). Se ha fabricado la bicicleta más rápida del mundo, y esta no es una exagerada frase hecha: la HCP Revolution X es tan veloz como un coche, puede alcanzar hasta 100 km/h. Desarrollada por un equipo de ingenieros espaciales (entre los que se encuentra un exempleado de la NASA), la Revolution X, alcanza su máximo de velocidad, aseguran, con total comodidad: es la bicicleta eléctrica más ágil, más ligera y más potente que hay ahora mismo en el mercado.
La tecnología ha tardado en ponerse en marcha dos años y, necesitado de cinco prototipos para que la compañía Hi-Power Cycles lo lanzara al mercado. Equipada con un motor de 5.000 vatios y con la posibilidad de ampliarlo hasta 6.000, la Revolution X es capaz de llegar a los 100 km/h, como puedes ver en el siguiente video. Aunque, de entrada, la bicicleta se entrega al cliente programada para utilizar 750 vatios y llegar a una velocidad de 32 km/h. Eso sí, la compañía ofrece las instrucciones necesarias para eliminar estos límites y dotar a la bicicleta de toda su capacidad, siempre y cuando el propietario se comprometa a no utilizarla en vías públicas.
Sin embargo, la empresa no solo ha hecho una apuesta por la velocidad con este modelo, también se prestó especial atención a los problemas que supone la suspensión: para que la Revolution X pueda circular por caminos y montañas, equiparon a la bicicleta con un sistema que no solo mejora el rendimiento, sino que ahorra peso.
El problema que se plantea, como siempre que nos enfrentamos a ideas novedosas, es que no es un precio adecuado para todos los bolsillos. Su precio ronda los 11.500 dólares, según la página web de la empresa. La serie Revolution de HPC comprende cinco modelos que van desde los 7.500 dólares al coste de la Revolution X, la más cara de todas. Pero parece que esta apuesta por el ciclismo viene empujada por una corriente que ha puesto a la bicicleta en la cumbre, no solo para deportistas, sino como medio de transporte verde: las ciudades se adaptan a sus exigencias y los usuarios son cada vez más numerosos. Así que, quizá, a medida de que otros vehículos le dejen paso, su precio se democratizará, y más personas podrán disfrutar de las ventajas de una bicicleta, pero sin esfuerzo y a gran velocidad.
Otra idea revolucionaria para los aficionados al ciclismo es el neumático sin aire. El concepto no es nuevo, se viene fraguando desde hace algunos años con proyectos de distintos fabricantes, pero en todos estos casos la idea ha estado centrada en los coches. La empresa japonesa de neumáticos Bridgestone mostró su rueda air-free concept en 2011, pero en abril presentó el modelo para bicicletas que puedes ver en la siguiente imagen.
Al simplificar la estructura del neumático clásico, la compañía ha reducido la resistencia causada por las ruedas, evitando así deformación. Esto a su vez maximiza la eficiencia y reduce la energía desperdiciada, bien provenga del gas o de la fuerza mecánica.
Comparte esta noticia