A pesar de que no existe un signo de alarma sobre el actual manejo de la Ciudadela Inca, el plan estará destinado a mejorar el desarrollo urbano de Machu Picchu Pueblo.
Un plan de conservación de Machu Picchu está siendo implementado para que la Ciudadela Inca no ingrese en la lista de Patrimonios de la Humanidad en Peligro, que realiza anualmente la Unesco.
A pesar de que no existe un signo de alarma sobre el actual manejo del Santuario Histórico, el plan estará destinado a mejorar el desarrollo urbano de Aguas Calientes o Machu Picchu Pueblo, que actualmente atraviesa un crecimiento comercial, perjudicial para la protección del monumento.
“Aguas Calientes es un problema latente, por su desorden, por su crecimiento desmedido, por su ineficaz manejo de residuos”, señaló el viceministro de Patrimonio Cultural e Industrias Culturales, Rafael Varón Gabai.
Varón manifestó que Machu Picchu recibe una capacidad de carga máxima de 2500 personas diarias. Cuando Unesco solicitó la formulación del Plan de Uso Público del santuario se encargó al Ministerio de Comercio Exterior y Turismo hacer los estudios pertinentes.
La consultora contratada concluyó que el santuario podía recibir 8,391 visitantes diarios, una propuesta que no se aceptó pues las direcciones técnicas del Ministerio de Cultura determinaron que no se tomaba en cuenta que el incremento del turismo receptivo hacia el santuario traería un desmedido aumento de los servicios de tren, hoteles, buses, restaurantes e incremento de población y cuyo impacto sería perjudicial
“El Ministerio de Cultura viene estableciendo rutas internas de circulación y puesta en valor de otros sectores, como Vilcabamba, Choquequirao, y Qhapaq Ñan, para que no todo el público se concentre en la ciudadela”, agregó Varón a RPP Noticias.
Cabe señalar que según la Unesco, la inclusión de un sitio como Patrimonio en Peligro, no debe en ningún caso ser considerada como una sanción, sino como un sistema establecido para responder a las necesidades específicas de conservación de una manera eficiente.
En febrero próximo, el Ministerio de Cultura enviará el informe a Unesco, y se esperará las recomendaciones de un panel internacional para aplicar, si es necesario, medidas de emergencia.
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