Artista visual presenta primera individual en la galería del Centro Colich de Barranco -Jr. Colina 110, Barranco- hasta mediados de noviembre.
Este martes 25 de octubre, la artista plástica María Pía Torrejón Hoefken inaugura "Compuestos de la memoria", su primera exposición individual. La muestra de dibujos, que tendrá lugar en la galería del Centro Colich de Barranco, explora la recomposición de las imágenes en la memoria. A la vez simbólicos y narrativos, los dibujos de María Pía Torrejón Hoefken combinan una imaginería personal con íconos y personajes históricos. Inspirados por la estética de los bocetos clásicos, los vacíos de la imagen aluden a los efectos del olvido, a lo que aparece fragmentado en la mente cuando la memoria actúa.
En estos tiempos, y especialmente en nuestro país, hay muchas discusiones sobre la memoria. Sus dimensiones políticas y discursivas se debaten y se exploran en busca de los mitos y anhelos que ocupan a los diferentes integrantes de la sociedad. A nuestro alrededor, se defiende o se ataca a la memoria, y hay un espacio en construcción, apoyado sobre un acantilado, frente al mar, que debería constituir su más reciente lugar de amparo.
Sin embargo, más allá de su dimensión simbólica, la memoria es también un acto: la búsqueda de una imagen cuyo tiempo, en su primer transcurrir, ha sido insuficiente para abarcar lo que la experiencia ha dispuesto en ella.
La memoria reproduce imágenes cuando se la interpela conscientemente pero también despierta de forma intempestiva, sin advertencias. Cuando se manifiesta, integra contenidos individuales y colectivos.
A la vez narrativos y simbólicos, los dibujos de María Pía Torrejón Hoefken constituyen un acto de recomposición. En ellos, reaparecen imágenes del pasado, encaminándose por nuevos sentidos, desafiando la lógica de la obsolescencia. Lo documental es tan manifiesto como lo ficcional, y su integración en el espacio del dibujo no acarrea contradicciones: expande el horizonte de su interpretación.
Formalmente, el trazo remite a bocetos clásicos. Pero lo que en estos últimos quedaba incompleto, por no ser más que preliminares de una obra futura, representa aquí la esencia volátil de las imágenes en la memoria. Los vacíos de la imagen funcionan como el olvido, y a él se resisten las formas proyectadas.
Al igual que el espacio onírico, los “compuestos” de María Pía Torrejón Hoefken integran una imaginería transfigurada por las fantasías a veces perturbadoras, que movilizan las experiencias. De esta manera, las formas y narrativas transmutan, luchan por abrirse paso desde el pasado y nos dirigen a un nuevo paisaje”.
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