La casa del clan Vargas Llosa en Madrid habría sido cerrada y dado pase a un nuevo rumbo para la expareja del escritor nacional, Patricia Llosa.
Patricia Llosa, la expareja del Nobel de literatura nacional Mario Vargas Llosa, ha dado un nuevo rumbo a su vida con un viaje al país. Para hacerlo ha debido cerrar la casa central del clan Vargas Llosa, una majestuosa casa madrileña en la calle de la Flora donde, por lo que anuncian los medios españoles, aún se mantienen las posesiones del escritor.
Aunque aún no se han dado mayores detalles sobre un divorcio, lo cierto es que Patricia continúa oficialmente casada con el escritor peruano hasta que no exista un pedido formal de divorcio por alguna de las partes.
De darse el divorcio, a pesar de que ambos personajes poseen la doble nacionalidad (española y peruana), su divorcio debería regirse por las leyes peruanas pues el matrimonio se inscribió hace cincuenta años en el Registro Civil de Perú.
Mientras tanto, el Premio Nobel vive en Puerta de Hierro donde Isabel Preysler ha abilitado un espacio previamente ocupado por su anterior pareja Miguel Boyer, para permitirle escribir con calma y sin la presión mediática, que aunque inevitable es sin lugar a dudas parte del día a día de esta nueva pareja.
Patricia retomría así en Lima, los abrazos de amigos y familiares que acogerán a la expareja del escritor para tomarse posiblemente un tiempo en espera de nuevas noticias sobre un divorcio aún sin definir.
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