Ministerio de Economía ruso recortó su pronóstico de crecimiento para este año en una tercera parte al 2,4 por ciento, que podría ser su peor registro desde el 2009.
La economía rusa está en riesgo de entrar en recesión para este otoño boreal y el Gobierno podría tener que implementar medidas de estímulo para apuntalar la expansión, dijo el viernes el ministro de Economía Andrei Belousov.
"No estamos en recesión por ahora, pero podríamos estarlo, existe un riesgo de ese tipo", dijo Belousov a periodistas, un día después de que su cartera rebajó la previsión de expansión.
"Creo que si para el otoño (boreal) no vemos crecimiento por algún período, podríamos entrar en recesión", agregó.
Un año después de que Vladimir Putin regresó al Kremlin con promesas de una "nueva economía" para alentar la inversión y reformar las industrias dirigidas por el Estado, la economía rusa, de 2,1 billones de dólares, está cerca del estancamiento.
El Ministerio de Economía recortó el jueves su pronóstico de crecimiento para este año en una tercera parte al 2,4 por ciento, que podría ser su peor registro desde el 2009, cuando la economía se contrajo fuertemente como resultado de la crisis financiera global.
El producto interno bruto ruso avanzó alrededor del 1 por ciento en el primer trimestre, afectado por una inversión pobre y un declive de las exportaciones de materias primas como el gas natural, golpeadas por un retroceso de la demanda en el mercado europeo.
La crisis de la deuda en Chipre, un miembro de la zona euro, y también un centro financiero a través del cual fluía un cuarto de la inversión extranjera y el crédito de Rusia, aumentó las preocupaciones de que la economía rusa pueda sufrir una escasez de capitales.
La advertencia de Belousov es parte de un debate sobre si la economía necesita estímulo monetario para alentar el crecimiento y ubicarlo más cerca de la meta del Kremlin, de 5 por ciento.
La designada por Putin para dirigir el banco central, Elvira Nabiullina, ha enfatizado el crecimiento como una política clave y minimizó las ambiciones para reducir una inflación que, arriba del 7 por ciento, ahora supera las metas.
Los economistas prevén que el banco central recorte las tasas como muy tarde cuando Nabiullina asuma en junio, si bien con Rusia al borde de la estanflación, muchos argumentan que lo que realmente requiere la economía son reformas estructurales, no rebajas de tasas.
"Propondremos medidas de estímulo económico. Tendremos una reunión con el presidente (...) Deben tomarse medidas porque necesitamos resolver la situación en la que nos metimos para no caer en una recesión", dijo Belousov.
REUTERS
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