Sin embargo según la Cámara de Comercio de Lima, estas regiones registran altos índices de pobreza y conflictos sociales activos.
Las regiones de Cajamarca y Apurímac concentran el 47.1% de la cartera de proyectos mineros del Perú, porcentaje estimado en US$ 27,562 millones; sin embargo ambas registran altos índices de pobreza monetaria, así como la presencia de conflictos sociales que complican la marcha de las inversiones, informó el Instituto de Economía y Desarrollo Empresarial (IEDEP) de la Cámara de Comercio de Lima (CCL).
Regiones mineras
La cartera de inversión minera del Perú comprende 49 proyectos valorizados en US$ 58,507 millones, los que se darían en los próximos 10 años.
"Si bien el Perú tiene una cartera importante de proyectos distribuida en 17 regiones, en algunas de ellas aún persiste un alto índice de pobreza monetaria por la demora en concretar las inversiones, asociado en gran medida a los 57 conflictos sociales mineros activos que ponen en riesgo la actividad de este sector", manifestó César Peñaranda, director ejecutivo del IEDEP-CCL.
Ancash, región con US$2,167 millones de proyectos mineros, registra el mayor número de conflictos sociales (12). Es el caso de Cajamarca, que lidera la lista con mayor cartera de inversión minera de US$16,209 millones pero a la vez con alto nivel de pobreza monetaria que llega al 47.6% de la población, registra 11 conflictos sociales activos. En esta región se ubican seis proyectos, principalmente cobre, siendo los principales: La Granja (US$5,000 millones), Michiquillay (US$2,500 millones), Ampliación Shahuindo fase II (US$109 millones) y Quecher Main (US$300 millones).
Le sigue Apurímac con siete proyectos mineros valorizados en US$11,353 millones, región donde la pobreza monetaria llega al 35%, con presencia de cinco conflictos sociales en la zona. Aquí destacan los proyectos de: Hierro Apurímac (US$2,900 millones), Haquira (US$2,824 millones) y Los Chancas (US$2,800 millones).
En tanto, Moquegua es la tercera región con mayor inversión de US$5,987 millones seguido de Arequipa cuya inversión es de US$5,660 millones, ambas no presentan altos niveles de pobreza.
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