Un estudio de mercado de Apoyo Consultoría revela la existencia de un círculo vicioso: menor consumo y menor contratación.
Los trabajadores son las principales víctima del impacto de Fenómeno de El Niño y los escándalos de corrupción de Odebrecht. Un estudio de Apoyo Consultoría revela que al menos seis de cada 10 empresas planean reducir costos en los próximos 18 meses.
¿Qué significa esto? El economista de la escuela de posgrado de la Universidad del Pacífico, Jorge Carrillo explica que entre las principales acciones que toman las empresas para reducir costos se encuentra la reducción de personal.
“O no reducir el personal, pero si los planes de crecimiento acortarlos, por ejemplo, si tenían previsto aumentar en 10% la planilla es probable que si quieren reducir costos ya no se aumente en 10%, sino en 5% o en nada y se mantengan como estaban”, sostuvo.
Sin embargo, dado que las empresas no planean elevar precios, la reducción de costos también vendría por otros sectores, según Carrillo.
“Podría enfocarse por otra partida operativa como, por ejemplo, el gasto de marketing es una de las cosas que suelen elegir cuando las empresas deciden reducir costos, reducen los gastos de marketing o capacitación”, mencionó.
Confianza. La actual coyuntura de desaceleración también ha golpeado la confianza de los consumidores. En el primer trimestre del año las familias limeñas ha reducido sus gastos principalmente en entretenimiento, mejoras del hogar y electrodomésticos, alimentos dentro del hogar, telecomunicaciones, entre otros.
El economista de la Universidad del Pacífico sostiene que este menor consumo impacta justamente en las ventas de las empresas y se genera una especia de círculo vicioso.
Círculo vicioso. “El reducir el gasto de los consumidores hace que obviamente las empresas que le venden a estos consumidores reduzcan sus ingresos por ventas y eso hace que el crecimiento no vaya a ser tan auspicioso como preveían”, comentó.
Romper ese círculo vicioso en el que se desacelera el consumo y se contrae el empleo, dependerá, según Carrillo, de cuán fuerte sea el shock de optimismo que pueda inyectar el Gobierno sobre las empresas y consumidores y las obras de reconstrucción por el Fenómeno de El Niño serán fundamentales en ese sentido.
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