Oleajes anómalos perjudican pesca artesanal y abastecimiento de GLP

Los pescadores de Chorrillos llevan días sin poder pescar debido a los oleajes anómalos que les impide cumplir con su labor. Algunos tienen que arreglar sus embarcaciones que se han visto dañadas por este fenómeno.

Otros han sufrido daños en sus embarcaciones por la furia del mar. Esta situación los perjudica económicamente.

“Aquí nuestro sindicato hace una olla común entre nosotros, porque aquí el Ministerio de Pesquería nadie se acuerda de nosotros”, dijo Luis Choque, pescador de Chorrillos.

Pero la economía de los hombres de mar no es la única afectada. En el terminal pesquero de Villa María del Triunfo (VMT) los vendedores hacen malabares para vender sus productos que han subido de precio por la escasez.

“Poco pescado está entrando, la merluza está cara, el bonito también está caro a 8 soles está saliendo al por mayor,  pejerrey limpio también está caro está saliendo a 5 ó 4 soles por mayor, muy caro está saliendo”, aseguró Carmen, vendedora terminal pesquero de VMT.

Las naves de la pesca industrial tampoco han podido salir. Sin embargo el sistema de cuotas de pesca ha evitado que tengan pérdidas.

“Afortunadamente por el tema de que se puede planificar la pesca, ya no hay la carrera olímpica que había antes, no importaba el mar bravo pero se lanzaban al mar para poder capturar la pesca, ahora no ahora se dice vamos a esperar, no vamos a poner en riesgo la vida de nadie”, Elena Conterno, presidenta de la Sociedad Nacional de Pesquería.

Pero no solo la pesca se ha visto afectada. El colegio de ingenieros advirtió que los barcos que deben descargar GLP en los puertos de Pisco y del Callao no pueden hacerlo debido a estos maretazos.

“Al suceder esto se genera un desabastecimiento del producto en los almacenes de las plantas de abastecimiento tanto de Zeta Gas, de Petroperú como de Repsol”, indicó Óscar Rafael, decano del Colegio de Ingenieros de Lima.

El gremio de los ingenieros urgió al gobierno a concesionar pronto el ducto de GLP de Pisco a Lima para evitar que se repita el desabastecimiento y especulación de julio del 2010.