Plan consiste en la creación de un comité europeo de detección de riesgos sistémicos y de tres autoridades de vigilancia de bancos.
El refuerzo de la supervisión financiera que adoptó el miércoles la UE y entrará en vigor en enero de 2011 consiste en la creación de un comité europeo de detección de riesgos sistémicos y de tres autoridades de vigilancia de bancos, aseguradoras y mercados.
Estas son las principales características de esos nuevos organismos:
- COMITE EUROPEO DE RIESGO SISTÉMICO:
El Comité estará basado en Fráncfort (Alemania) y su papel será alertar y hacer recomendaciones a los Estados europeos o a las autoridades de supervisión cuando detecte una amenaza para la estabilidad financiera, como una crisis inmobiliaria o financiera.
Estas recomendaciones podrán o no hacerse públicas.
Estará dirigido por el presidente del Banco Central Europeo (BCE) durante
los primeros cinco años, tras los cuales esta cuestión será reexaminada.
Reunirá a los gobernadores de los bancos centrales y otros expertos.
- TRES AUTORIDADES EUROPEAS DE SUPERVISIÓN:
La primera, la European Banking Authority (EBA), basada en Londres, estará encargada de vigilar a los bancos; la segunda, la EIOPA, con sede en Fráncfort, deberá supervisar a las aseguradoras; y la tercera, la ESMA, en París, a los mercados.
La necesidad de un control europeo se justifica en el hecho de que muchos bancos son hoy en día transnacionales.
Las nuevas autoridades propondrán normas técnicas a nivel europeo, supervisarán su aplicación y expresarán opiniones sobre el control nacional del sector financiero en cada país.
Tendrán un poder de mediación en diferendos entre autoridades nacionales que podrá ser vinculante si fracasan los intentos de conciliación.
En situaciones de "urgencia", decretadas por los Estados de la Unión Europea (UE), podrán exigir a los supervisores nacionales que tomen las medidas juzgadas necesarias, una prerrogativa que puede alcanzar las propias instituciones financieras.
No podrán forzar a un gobierno a inyectar liquidez en un banco en apuros, según una cláusula promovida por Gran Bretaña.
Pero si la autoridad insiste en esa necesidad, el resto de gobiernos europeos se pronunciarán al respecto.
Podrán prohibir temporalmente o restringir el comercio de determinados productos financieros juzgados peligrosos.
Se estudian además nuevas responsabilidades, como la atribución al ESMA de determinados poderes sobre las agencias de calificación.
AFP
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