La actriz asegura que ha recuperado a tiempo su espíritu independiente, aquel que se vio reprimido durante sus años de matrimonio con Christian Meier.
La calma parece haber llegado a la vida de la actriz Marisol Aguirre, tras el escándalo que acompañó el término de su matrimonio con el actor Christian Meier.
Ahora, ella y su ex pareja han superado las diferencias, todo por la estabilidad emocional de sus hijos, quienes han asumido el divorcio de la mejor manera, según revela en una entrevista concedida a Ellos & Ellas.
"Christian es una excelente padre. No me imagino a uno mejor para mis hijos. Coincidimos en lo que queremos para ellos y no caemos en contradicciones", comenta la actriz, tendida en una cama del Hotel Bolívar en el Centro de Lima.
Pese a las múltiples ocupaciones como madre, que incluyen llamadas e intercambio de correos electrónicos con el padre de sus hijos, Marisol encuentra espacios para disfrutar de ella misma.
"Cuando estás casada tolerar muchas cosas por amor, pero ya no estoy para eso. Con Christian casi no podíamos ir a ningún lado con los chicos, porque todo el mundo nos abordaba", cuenta a la revista.
"Y cuando salíamos los dos solos y cuando salíamos solos teníamos que ir a funciones de las once de la noche y, claro, siempre me quedaba dormida. Un famoso por pareja basta y sobra", agrega.
Fresca, emprendedora, extrovertida. Marisol continúa buscando al amor de su vida, a aquel que la lleve por primera vez al altar.
"Por el momento no me he topado con alguien especial. Lo que no quiere decir que haya perdido las esperanzas", asegura.
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