Sobrino de Meghan Markle trató de entrar con un cuchillo a una discoteca en Londres

Tyler Dooley, sobrino de la duquesa de Sussex, trató de entrar en una discoteca de Londres con un cuchillo el sábado por la noche, horas después de la boda entre su tía Meghan Markle y el príncipe Harry, a la que no fue invitado, según reveló la cadena británica Sky News.

La policía metropolitana de Londres confirmó que recibieron una llamada en la madrugada del sábado al domingo advirtiendo de que un hombre "declaró abiertamente que tenía un cuchillo al intentar acceder" a una discoteca en Kingston-upon-Thames (suroeste de Londres).

Según un comunicado de Scotland Yard, los agentes llegaron al local a aproximadamente a las 2 de la madrugada y se trasladaron después a un hotel en Kingston donde hablaron con dos hombres, ambos visitantes en el Reino Unido, en relación con el incidente.

"Uno de los dos hombres entregó además voluntariamente un aerosol nocivo", señala la nota de la policía, que detalla que no se produjeron arrestos y se ha dado la investigación por concluida.

Según Sky News, Dooley, de 25 años, se marchó de la discoteca a la que pretendía acceder tras entregar a los guardias de seguridad un cuchillo con una hoja de unos diez centímetros.

El sobrino de Markle no estaba invitado al enlace de los duques de Sussex, que se celebró en el castillo de Windsor el sábado por la mañana, pero aun así se trasladó a Londres, igual que su hermano, Thomas, y la madre de ambos, Tracy, según han informado medios británicos.

Tracy Dooley admitió la semana pasada en una entrevista con el canal ITV que no ha visto a Meghan en los últimos veinte años.

Tampoco recibieron invitación para la boda los hermanos de la duquesa por parte de padre, Samantha y Thomas Markle Jr.

El padre de Meghan, Thomas Markle, tampoco asistió a la ceremonia, después de haber sido sometido a una operación de corazón, por lo que el príncipe Carlos, padre del novio y heredero a la corona británica, suplió su ausencia y condujo a la novia del brazo hacia el altar en el último tramo. EFE