Francesca insiste en que Darío los acompañe a almorzar y en ese lapso lo interrogan sobre varios temas y Susú luce muy nerviosa.
Francesca se entera por Peter que vio a Susú besando a un joven vestido de príncipe y decide bajar para verlos. Llega Isabella en ese momento. “¿Quién es este chico, tu sobrino?”, le dice a su pinky friend.
Francesca insiste en que se queda a almorzar. Darío se niega inicialmente pero ante la insistencia de la señora Maldini decide aceptar. “Aparte de los show infantiles, ¿trabajas en otra cosa?”, le pregunta. “Sí, en una empresa”, responde Darío. “Pero como le gustan mucho los niños se da tiempo para acompañarme en los shows infantiles”, interrumpe Susú. “Ay qué lindo, igual que tú que le gustan los chicos”, le dice Francesca con su segunda. Mientras tanto, Bruno observa todo y empieza a sospechar que algo anda mal con su mujer.
Isabella no deja de alabar la prestancia de Darío y hasta dice que es el pretendiente ideal para Fernanda que llega en ese momento. Isabella lo sienta al lado de Darío para que se conozcan. Finalmente terminan de almorzar e Isabella les pide que se vayan a la sala para que conversen y se conozcan mejor. “¡No!”, exclama Susú. “¿Por qué no?”, pregunta Isabella. “Sí, ¿por qué no?”, insiste Francesca. “Es que tenemos un show infantil dentro de una hora. Tenemos que irnos”, dice Susú y se levanta de la mesa y sale de la casa con Darío.
Pero cuando está en la calle ve que se abre la puerta de la cochera. Aparece Bruno sentado en su silla de ruedas y le pide a Susú que se acerque. “No vuelvas más”, le dice en un susurro.
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