La actriz se sinceró sobre la evolución de 'Charito', su icónico personaje en Al fondo hay sitio, y cómo las exigencias del papel la hacían sentirse atrapada tras años de dedicación a la serie.
Después de 15 años dando vida a Charito Flores en Al fondo hay sitio, Mónica Sánchez decidió cerrar un importante capítulo de su carrera. En junio, la actriz se despidió de su personaje al reconocer: "Mi identidad era más Charito que Mónica".
En el podcast La Lengua, Mónica confesó haberse sentido atrapada tras su paso por la exitosa teleserie. "Me he sentido presa, sobre todo cuando empezamos a grabar en Pachacamac. Era la cárcel dorada", expresó. Convencida de su decisión, afirmó que no volvería a interpretar el papel: "Siempre he sido de cocción lenta para tomar decisiones, pero, una vez que las tomo, no me muevo de ahí".
Charito, "un estereotipo machista"
Al recordar los inicios de Al fondo hay sitio en 2009, Sánchez reveló que le tomó un año comprender a Charito. "Al comienzo, era un personaje sin iniciativa propia, estaba en función de reaccionar a los demás", señaló. Incluso admitió que su personaje carecía de un rol predominante en la familia Gonzales y estaba reducido a las tareas del hogar. "Era un estereotipo bien machista", reflexionó.
Sin embargo, destacó que interpretar a Charito fue una oportunidad "interesante" para honrar a las mujeres que no suelen recibir reconocimiento: Estaba representando a la mujer que no trabaja fuera de casa, "como si el trabajo doméstico fuera una ocupación menor".
¿Por qué se retiró Mónica Sánchez de Al fondo hay sitio?
La salida de Mónica Sánchez del programa no solo respondió a una búsqueda personal, sino también a motivos de salud. En una entrevista con Verónica Linares en julio, la actriz detalló cómo las largas jornadas de grabación terminaron afectándola. "Era como trabajar en una fábrica. Ese cansancio se fue acumulando", comentó.
Con el tiempo, el agotamiento se manifestó en intensos dolores musculares y problemas cognitivos, como pérdida de memoria y dificultades de concentración. "Mi cuerpo pedía parar. Mi memoria empezó a fallar, mi concentración se volvió difusa. Fui a un neurólogo, mi cuerpo me estaba diciendo que no podía más", confesó.
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