Ambas naciones no disputaban un partido amistoso en 70 años. El duelo ocurre gracias al deshielo diplomático entre La Habana y Washington.
La selección nacional de fútbol de Estados Unidos ganó 2-0 a la de Cuba en un encuentro amistoso disputado ayer en La Habana, primero de los últimos 69 años y tras el deshielo diplomático entre La Habana y Washington.
El partido abrió a media tarde, prologado por el intercambio de saludos entre los 23 jugadores del equipo visitante y los 21 del anfitrión, y después de escucharse los himnos de los dos países en el estadio Pedro Marrero, al que acudió Jill Biden, esposa del vicepresidente de EE.UU., de visita en Cuba desde ayer.
Miles de personas acudieron a presenciar el choque, muchos de ellos jóvenes y niños cubanos, quienes se han sumado a los aficionados al deporte más universal que en la isla ha ganado en popularidad desde hace algunos años y provoca pasiones aunque sin desplazar la tradicional preferencia por el béisbol.
La victoria. Se impuso la calidad de los norteños frente al joven equipo isleño que se defendió como pudo de la embestida de los estadounidenses, técnicamente más sólidos y con una estrategia de juego muy ofensiva.
Los discípulos del director técnico del equipo estadounidense, Jurgen Klinsmann, capitaneados por el estelar Michael Bradley y con William Yarbrough (Club León-MEX) en la portería, abrieron la cuenta con el primer gol pasado el primer tiempo, en el minuto 61 de este histórico encuentro.
El segundo y último gol que marcó la selección norteamericana llegó después del minuto 70 del segundo tiempo del juego que se extendió un extra para consumar definitivamente la victoria.
Este partido trajo a la memoria el celebrado en junio de 2015 entre el Club Cosmos de Nueva York y una selección de la isla que alineó hoy a algunos de esos jugadores, tras el que se sucedieron otros eventos deportivos bilaterales enmarcados en el proceso de normalización de relaciones entre Cuba y Estados Unidos. (EFE)
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