El técnico del Real Madrid logró vencer a uno de sus principales rivales pendientes, el Barcelona, y nada menos que por definición de Copa del Rey.
Carlo Ancelotti necesitaba un partido como el que protagonizó en la final de Copa del Rey, con una apuesta valiente con Isco Alarcón y un movimiento táctico que sorprendió al "Tata" Martino, al pasar a jugar con 4-4-2, meter a Gareth Bale como segundo punta y fulminar la leyenda que le comenzaba a perseguir.
La final de Copa del Rey dejaría marcado al técnico que saliese derrotado. Al "Tata" Martino por llevar a la deriva un proyecto que se encamina a un año sin títulos de prestigio. A Ancelotti por una leyenda que comenzaba a devorarle en los duelos directos ante grandes rivales. En días en los que su equipo no había estado a la altura y no encontró el camino hacia el triunfo.
El mensaje que lanzaba de inicio en la final de Copa del Rey era justamente el opuesto. La baja por lesión de Cristiano Ronaldo le obligaba a retocar su once ideal. Pudo aumentar el músculo en la zona de construcción apostando por Asier Illarramendi, pero optó por la fantasía de Isco Alarcón. Antes que el currante eligió al mago que ha conseguido convertir también en obrero cuando el balón lo tiene su rival.
El gol final de Bale fulminó una leyenda negra que comenzaba a perseguirle al técnico italiano. Ya nadie le podrá acusar de no dar la talla en los días grandes. Carlo Ancelotti necesitaba un partido como el que protagonizó en la final de Copa del Rey, con una apuesta valiente con Isco Alarcón y un movimiento táctico que sorprendió al "Tata" Martino, al pasar a jugar con 4-4-2, meter a Gareth Bale como segundo punta y fulminar la leyenda que le comenzaba a perseguir.
EFE
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