El volante de Sporting Cristal indicó que no volverá a jugar al fútbol hasta que su mamá salga del coma inducido tras el accidente automovilístico que sufrió.
Antes de ser futbolista, Carlos Lobatón es ser humano; un hijo afectado por el estado de salud de su madre que hasta ahora es bastante delicado. Es por ello que el fútbol ha pasado a un segundo plano en su vida, es más, ni siquiera se ha tomado el tiempo de pensar si jugará este fin de semana el Torneo del Inca.
No importa. Su madre, doña Eva Espejo se encuentra en cuidados intensivos con un coma inducido por aproximadamente 8 días donde los médicos esperan que pueda mejorar de manera rápida. Todas sus fuerzas y su pensamiento está en su familia.
Su rostro algo desencajado y su mirada preocupada demuestran los estragos de las noches insomnes que vive. Tener un familiar, su madre, en ese estado debe ser la prueba más difícil del jugador rimense quien atravesaba uno de los mejores momentos de su carrera.
Eso sí, se ha dado tiempo para agradecer las muestras de afecto infinitas que le han llegado de todas partes del país y del mundo. Eso lo motiva y le hace permanecer con la esperanza de que doña Eva podrá mejorarse como él quiere y como todos sus seguidores -indistintamente del equipo que sean- también desean.
Fuerza, Loba, es el mensaje que ahora hace que esa esperanza se mantenga.
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