Los fanáticos locales no gritaron goles, pero quedaron contentos con ver por 90 minutos al astro de Argentina y Barcelona en el estadio Rey Fahd, de Riad.
Una Argentina relajada, por momentos demasiado amistosa, igualó hoy a cero con Arabia Saudita en Riad, con un Lionel Messi a media máquina y una selección local entusiasta y respondona que dio vida al partido.
La dinámica del corte impuesta por los árabes neutralizó todo intento creativo de los argentinos, que no lograron ventajas ni siquiera con algunos destellos de Messi, aislado del resto del equipo y casi sin respuestas en sus esporádicos intentos de crear sociedades ofensivas.
Pese al resultado, los hinchas sí que gozaron. Varios, vestidos con camisetas de Argentina y Barcelona, quedaron más que satisfechas con ver al mejor jugador del mundo.
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