Repasa la carrera como jugador y DT de Vilanova en menos de tres minutos

Tito Vilanova, quien fallecido este viernes a la edad de 45 años, alcanzó la gloria en el Barcelona junto a Josep Guardiola al estar en el equipo más laureado de la historia del conjunto catalán, mientras que en solitario logró llevar a los azulgrana al título de Liga del año pasado, en el que firmó los 100 puntos.

La dicha que le negó el Barcelona como jugador, ya que Vilanova tuvo un recorrido sin ninguna incidencia de azulgrana, la encontró como entrenador, justo cuando Guardiola, con el que entabló amistad en la época que ambos coincidieron en la Masia, le llamó para hacerse cargo del filial que estaba en la tercera división.

Precisamente el gran conocimiento de Vilanova en esta categoría, en la que conocía bien a los rivales y el fútbol que se practicaba, ayudó sobremanera a que el Barza que tomó Guardiola se proclamase campeón de Liga y posteriormente ascendiese a la segunda división.

La temporada siguiente, la mejor de la historia del Barcelona, Guardiola y Vilanova firmaron un tándem perfecto en el banquillo para llevar a los azulgranas aquella 2008-09 al momento más excelso de la temporada para los catalanes, que ganaron la Copa del Rey, la Liga y la Liga de Campeones, aunque en el año 2009 aún lograron la Supercopas de España y Europa, así como el Mundial de Clubes.

Junto a Guardiola, ganó dos Ligas más (210 y 2011), otra Copa del Rey (2012), una nueva Liga de Campeones (2011) y otro Mundial de Clubes (2011), al margen de dos Supercopas de España y otra de Europa.

SOLO TAMBIÉN TRIUNFO

Su historial como entrenador en solitario apuntaba alto, ya que en su debut el año pasado logró el título de Liga, el de los 100 puntos, cifra que igualaba la lograda el ejercicio anterior por el Madrid de Jose Mourinho, con quien precisamente, en el verano del 2011 tuvo un agrio enfrentamiento en el Camp Nou cuando el portugués le metió el dedo en el ojo sin motivo aparente, mientras se estaba produciendo una discusión entre los jugadores.

En el año que Vilanova tomó las riendas del Barza y, antes de conocerse que padecía un cáncer, firmó la mejor primera vuelta de la historia de la Liga española: 18 victorias y un empate, en 19 partidos.

En 53 partidos que tuvo el Barza a sus órdenes, logró 38 victorias, ocho empates y siete derrotas.