El centrocampista del Feyenoord de Holanda comentó que la ansiedad se apoderó de muchos jugadores que nunca habían disputado ese tipo de definiciones.
Las imágenes de Radamel Falcao hablando con los jugadores de la Selección Peruana están dando la vuelta al mundo y en otros países consideran que entre ambas escuadras se realizó un pacto de no agresión.
Desde Chile se baraja la posibilidad de reclamar según información que brindó el periodista chileno Fernando Solabarrieta. En la ANFP están esperando que la FIFA actue de oficio con las declaraciones de Renato Tapia y Aldo Corzo después del final de los 90 minutos.
En su cuenta de Instagram, el centrocampista peruano indicó: "Estoy muy sorprendido por lo que se viene especulando en medios principalmente extranjeros, mal interpretando mis declaraciones de ayer y dando a entender que hubo un 'acuerdo' en los últimos minutos del partido con los jugadores colombianos, lo cual es una mentira absoluta y molesta mucho porque parecería que no valoran el esfuerzo y sacrificio que hicimos durante todo el partido ante un gran rival como lo fue Colombia".
"En las declaraciones que di después del partido dije que este se manejó como se tuvo que manejar, refiriéndome únicamente al aspecto emocional que estaba viviendo el equipo en ese momento por todo lo que se encontraba en juego para nuestro país, responsabilidad que en ese momento recaía sobre un equipo joven como el nuestro. Fue tanto así que en esa misma declaración digo que esto es fútbol y uno siempre quiere salir a ganar y así fue", remarcó en la red social.
Esto dice el Reglamento FIFA en el artículo 6.3.2.
1. Todo aquel que trate de conspirar o en efecto conspire para influir en el curso o el resultado de un partido de forma contraria a la ética deportiva será sancionado con la suspensión de partidos o la prohibición de participar en toda actividad relacionada con el fútbol, así como con una multa significativa y proporcionada, independientemente de que haya cometido la infracción de esta disposición por motivos económicos, para obtener ventaja deportiva o con cualquier otro fin. En los casos graves se debería imponer la prohibición de ejercer de por vida cualquier actividad relacionada con el fútbol.
2. Quien ayude a otra persona a cometer alguna de las infracciones del apartado 1 será sancionado de la misma manera.
3. En caso de que sea un jugador o un oficial quien influya ilícitamente en el curso o el resultado de un partido, tal como describe el apartado 1, también se podrá sancionar al club o a la asociación a la que pertenezca el jugador o el oficial. En los casos graves se podrá sancionar al infractor con la exclusión de una competición, el descenso a una categoría inferior, la sustracción de puntos y/o la devolución de premios.
4. Incluso en los casos de influencia ilícita en el partido, el resultado del mismo permanece inalterable.
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