Según el cura, dudaba de que la menor pueda distinguir 'entre un pedazo de pan y la hostia'.
El párroco argentino Diego Kessler no quiso dar la Primera Comunión a Catalina Recuna (11) que posee síndrome de Down. Según el cura, dudaba de que la menor pueda distinguir ‘entre un pedazo de pan y la hostia’.
El sacerdote señaló que debía evaluar a esta alumna de primaria de Buenos Aires debido a su enfermedad antes de realizar el sacramento católico.
Los medios locales y los padres de Catalina criticaron el comportamiento del cura. “Tiene muchos menos pecados que el más comprometido de los católicos", dijo la madre de la niña de manera indignada.
"Su corazón es noble. Había que ver la alegría que tenía tras la bendición de la palabra de Dios, con qué cuidado sostenía en sus brazos la Biblia que había recibido de manos del sacerdote", declaró la señora.
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