Burundi: al menos 11 policías heridos en ataques en la capital

Al menos once agentes de policía resultaron heridos en varios ataques cometidos anoche en distintos barrios de Buyumbura, la capital de Burundi, que según fuentes de inteligencia son obra de manifestantes opositores al presidente del país, Pierre Nkurunziza, informaron hoy medios locales.

Los ataques tuvieron lugar en barrios como Kanyosha, Mutakura-Cibitoke o Jabe, que han sido el epicentro de las protestas contra la intención de Nkurunziza de presentarse a un tercer mandato que la oposición y la sociedad civil tachan de inconstitucional.

Una fuente próxima al Servicio Nacional de Información (SNR) explicó al portal Burundi AGNews que durante los últimos días ha habido un aumento significativo de incidentes violentos durante la noche, a pesar de que las calles de Buyumbura han estado bastante tranquilas y ya casi no hay protestas.

Burundi está inmerso en una crisis política desde el pasado mes de abril, cuando el gobernante Consejo Nacional para la Defensa de la Democracia (CNDD-FDD) anunció que Nkurunziza optaría a un tercer mandato a pesar de que la Constitución burundesa limita la presidencia del país a dos periodos de cinco años.

Este desafío a la Constitución provocó una ola de protestas que causaron decenas de muertos, así como un intento de golpe de Estado protagonizado por un sector del Ejército, el pasado 13 de mayo.

El Gobierno de Burundi decidió aplazar hasta el próximo 15 de julio las elecciones presidenciales, previstas inicialmente para el 26 de junio, debido a las protestas.

Numerosas organizaciones internacionales, entre ellas la Unión Africana y la Comunidad de África del Este, han demandado insistentemente la suspensión de los comicios hasta que el país recupere la estabilidad.

En los últimos meses, cerca de 100.000 personas han huido de Burundi por miedo a la represión política y han buscado refugio en Ruanda, Tanzania y la República Democrática del Congo, según datos del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados, ACNUR.

EFE