Chile y el nefasto recuento de las agresiones homofóbicas

No hay una razón definida, solo se puede hablar de hechos, y es un hecho que Chile forma parte de aquellos países sudamericanos (entre los que se encuentran Brasil y Perú) en donde más se ha matado y agredido por homofobia.

En el 2012 la sociedad chilena quedó conmocionada por la brutal golpiza y tortura que sufrió un joven homosexual a manos de un grupo de neonazis quienes infunden el terror en el país del sur.

Daniel Zamudio tenía solo 24 años y agonizó 25 días antes de partir, su pecado: ser gay y estar en la calle una madrugada en la que cuatro sujetos se ensañaron con él. Le dieron de puñetes, patadas, quemaron cigarrillos en su cuerpo, le marcaron una esvástica y hasta le cortaron un pedazo de oreja.

Los cuatro neonazis fueron detenidos y juzgados y Zamudio quedó en coma hasta que murió debido a los fuertes traumas craneales que había sufrido.

A mediados de octubre de 2013, ocurrió un caso similar, ¿los autores? Nuevamente los neonazis chilenos: Un joven de nombre Wladimir Sepulveda (21) tuvo la desdicha de cruzarse con un grupo de sujetos a los que les pidió fuego para encender su cigarro. Estaba con unos amigos, tomados del brazo, por ello sus agresores empezaron a llamarlo “maricón” y “culiao”, lo golpearon y patearon en el suelo, para luego darse a la fuga.

Sepulveda permaneció en coma hasta este último domingo en que falleció. Seis meses de sufrimiento para sus padres, quienes afirmaban que -según los médicos- su hijo quedaría vegetal si sobrevivía.

Según el XII Informe Anual de Derechos Humanos de la Diversidad Sexual en Chile (hechos 2013) en 11 años se presentaron 1128 casos de discriminación por orientación sexual en ese país. El pico más alto se alcanzó en 2011 con 186 casos, en el 2012 descendieron a 148 y el 2013, 143.

Desde el 2002 hasta fines de 2013 se perpetraron 24 asesinatos. En el 2013 se dieron 4 muertes. También se da cuenta de las agresiones por parte de civiles (99), policías (40), y hasta discriminación laboral (72).

En Chile parece que hay una cultura más radical contra lo que significa "gay": se han dado un total de 178 movilizaciones homofóbicas, según el informe.

El Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh) siguió de cerca estos casos y pidió a las autoridades chilenas que reaccionen de manera más contundente contra esta problemática.

En diciembre de 2013 se dio cuenta de la muerte de Víctor Lomboi (29) quien junto a sus amigos venían recibiendo amenazas por parte de un hombre de 60 años que pasaba por el lugar donde ellos se encontraban platicando. El sujeto los amenazaba con matarlos y los criticaba por su opción sexual. En una ocasión el hombre llegó con una escopeta y descargó su furia contra Lomboi. El hecho ocurrió en la población Los Andes de Puente Alto.

A inicios de 2014, otro caso lamentable, un joven de 22 años murió tras un presunto ataque homofóbico. Se llamaba Esteban Parada Armijo, lo acuchillaron y le perforaron el pulmón. Cuando estaba en la clínica a punto de morir, alcanzó a decirle a su hermana de que había sufrido un ataque homofóbico. Capturaron a uno de los atacantes.

Como estos, son varios los casos de ataques por una diferente opción sexual. Algunos no llegan a culminar con la muerte de las víctimas, pero a todos les queda las marcas de una desmedida animadversión por lo homosexual.

En julio de 2012 en Biobío, la joven Valeska Salazar, de solo 16 años, fue golpeada con brutalidad por familiares de su expareja, quienes no aprobaban la relación lésbica que llevaban. La apuñalaron por la espalda y le golpearon la cabeza con una mochila llena de piedras.

Tras el impacto que significó la muerte de Daniel Zamudio, las autoridades intentaron tomar cartas en el asunto, revivieron el debate de una ley contra la discriminación a la que llamaron Ley Zamudio. 

Hoy por hoy, con la muerte de Sepulveda, queda en claro que falta mucho por avanzar, como lo señaló el mismo secretario General de Gobierno, Alvaro Elizalde.