Los niños no dejan de moverse, por eso es necesario vigilar su adecuada hidratación.
El agua es indispensable para conservar las funciones vitales del organismo, tales como aquellas que involucran el desarrollo, la formación de estructuras, el movimiento, entre otras, por ello, para un niño saludable, no deben faltar líquidos en la dieta diaria.
La recomendación diaria de líquidos:
A partir del primer año de vida, la proporción de agua en el cuerpo se reduce a un 60 % para mantenerse relativamente estable hasta llegar a la vida adulta.
Así, entre el primer y tercer año de vida, la ingesta de líquidos recomendada es de 1,2 litros a diario, mientras que a partir de los 4 años de edad se aconsejan entre 1,5 y 1,7 litros cada día.
La mayor parte de esta recomendación (80%) se debe proveer mediante las bebidas, mientras que el resto del líquido puede derivar de alimentos sólidos con alto contenido de agua.
¿Cómo lograr su hidratación?
Es importante recordar que la presencia de sabores diversos, de colores y de una temperatura fresca en las bebidas incentiva su consumo, por lo cual, podemos variar entre agua, zumos naturales de frutas, leche o agua con diferentes sabores naturales, por ejemplo, unas gotas de zumo de naranja, de limón, entre otras.
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