Conozca a los sijs, víctimas de la masacre de Wisconsin

Los sijs ("sikhs" en inglés) forman la quinta religión más importante del mundo por número de creyentes, una monoteísta nacida en la India en el siglo XVI y que cuenta con 25 millones de practicantes en el orbe, de los que aproximadamente 700.000 viven en Estados Unidos (EE.UU.).

Los sijs tienen en la ciudad india de Amritsar su principal centro espiritual, y suponen en torno al 2% de la población del país asiático, aunque cuentan con comunidades de emigrantes significativas en EE.UU. y Canadá.

Su fe profesa la igualdad y el servicio a los demás. “No hay distinción, no hay sistemas de castas”, explicó a la CNN Johar Raghunandan, presidente de la misión Guru Nanak en Atlanta.

Hacer buenas acciones es importante para estar bien con Dios después de la muerte, resaltó Johar. Creen que si uno no vive la vida llena de buenas acciones va renacer y repetirá el círculo de de la vida y la muerte.

El sijismo ha connotado la atención mundial, luego siete de sus miembros murieran asesinados el domingo en un templo de Wisconsin (EE.UU.) durante un tiroteo a manos de un exsoldado estadounidense.

Los sijs también creen en la libertad de religión, el servicio comunitario y la inclusión, según manifestó Navdeep Singh, consejero político del Sikh American Legal Defense and Education.

Los sijs no tienen un día especial de culto, sin embargo, por la semana de trabajo el día más popular para hacerlo es el domingo.

La mayoría de los hombres sijs no se cortan el cabello, ni la barba y usan turbante. En muchos países de América las mujeres visten como otros occidentales o visten con el salwar kameez, vestimenta tradicional del norte de la India que es una camisa larga.

El sijismo surgió hace más de 500 años en el Punjab, en la India, y fue fundada por el gurú Nanak, un hindú no practicante, quien estuvo en contra de los rituales y rezos a ídolos.

Nanak enseñó el mensaje del amor y que todas las religiones son buenas.

A los sijs se les enseñan cosas importantes, además de servir a los demás y servir a dios: trabajar duro y nunca rogar.