Entre un sabor histórico y nostálgico el presidente Alan García, a pocos días de dejar el mando, se convierte en nuestro anfitrión de Palacio de Gobierno
“El lugar que a mí me gusta para negociar, para tratar problemas, para dar instrucciones es el Salón Grau, donde está Miguel Grau el héroe de los héroes, pero que tiene además buena suerte. De pronto es porque a mí me gusta el salón. Si yo quiero buscar un trabajo estoy seguro que allí lo consigo. Este salón es muy buena onda”.
Entre un sabor histórico y nostálgico el presidente Alan García, a pocos días de dejar el mando, se convierte en nuestro anfitrión de Palacio de Gobierno y describe con mucha pasión rincón por rincón la Casa de Pizarro.
Se trata de la despedida de un presidente elegido dos veces, doblemente inquilino de Palacio y que se ha dedicado a estudiar y escudriñar rincón por rincón la historia del lugar más importante del país con tradición de poder.
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