Los creadores de la red social nunca imaginaron que a pocos años de su lanzamiento, generaría una ganancia de cuatro mil millones de dólares por conceptos de publicidad para el 2011.
La primera campaña de marketing en Facebook se llevó a cabo en agosto del 2006 y se trató de una alianza con el Banco J.P. Morgan Chase. El objetivo fue el de promover la venta de tarjetas de crédito, para lo cual se distribuyeron banners por toda la interface. Si bien existían promociones exclusivas para usuarios de Facebook, esta alianza no tomaba distancia de las prácticas de marketing y publicidad tradicional.
Solo casi un año después y bajo la premisa "las personas influyen sobre otras personas”, Facebook innova el sistema publicitario con los “Facebook Ads”, anuncios ubicados estratégicamente a la derecha de los perfiles, para que no entren en conflicto con el contenido (según los patrones de lectura F, E y L invertida).
Añadido al formato de Facebook Ads, por un pago extra, las marcas podían mostrar en sus propias páginas las interacciones que realizaban los usuarios con ellas. Este último sistema fue acusado de infringir la privacidad de los usuarios al enviar su información a páginas externas, por lo que fue eliminada.
Siguiendo el conocido principio de ensayo-error, los “social ads” se convirtieron en el formato por excelencia tal y como los conocemos ahora. La segmentación, basada en la información que proporcionan, claro está, los propios usuarios es uno de los principales beneficios puesto que permite llegar al público objetivo real; sin embargo, no es el principal.
Evolución
Ya habiendo encontrado el camino de los anuncios, Facebook lanzó en el 2008 los Premium Ads., formatos interactivos que tenían la posibilidad de incluir videos, comentarios, promocionar eventos, realizar sampling, entre otros. De esta forma, la red social se convierte en un site multiformato, orientados tanto a respuesta directa como a branding.
Si bien los resultados eran óptimos, Facebook se perfiló a convertir a sus formatos en aún más sociales, estrenando un nuevo panel de administración de anuncios y apareciendo así los like ads, aquellos que permiten ponerle like a la marca directamente desde el anuncio. Ahora los anuncios explotaban la bidimensionalidad de la e-experiencia de ser horizontal y superficial (impresiones – clics de los anuncios) además de vertical y profundo (posterior interacción con la marca).
Quedó demostrado que mientras más social, mejores resultados se obtienen. “Nada influye más sobre alguien que la recomendación de un amigo de confianza”, regresamos a la frase que dijo Zuckerberg en el 2007 para entender el último y efectivo formato publicitario de Facebook: las historias patrocinadas.
La fórmula secreta de los nuevos anuncios es aprovechar esa inquietud de los usuarios por saber lo que hacen sus amigos. Historias de amigos, de conocidos, de conectados. Los resultados están comprobados, el panel de control de anuncios que brinda información de número de conexiones (aquellos que hicieron like a la página o que interactuaron con la aplicación de destino) arrojaba resultados de hasta, en el mejor de los casos, 70% de clics convertidos en likes.
Y precisamente, lo más importante de una pauta online es poder medir el número de conversiones, el que gracias al nuevo panel, se puede observar fácilmente. Para Facebook este indicador representa el número de likes en una historia de conexión o en los like ads, el número de comentarios en una historia por publicación, las reproducciones en un video engagement ad, entre otros.
Así, el popular Facebook dejó de lado la publicidad estándar, perfeccionó su segmentación y pasó a otorgar algo más que un simple anuncio: una experiencia.
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