La ´marcha del carbón´ completó su penúltima etapa antes de entrar en Madrid, donde ingresarán con tendinitis y ampollas, pero con la esperanza de asegurar un futuro para sus cuencas mineras.
Decenas de mineros provenientes de las regiones españolas de Asturias y Castilla y León, en el norte, y de la ciudad de Teruel, en el centro-este español, se aproximaron a varias localidades de la capital, al grito de "sólo nos queda el carbón" en protesta por los recortes del Gobierno al sector.
La organización se encarga, desde que comenzó la marcha el pasado 22 de junio, de acompañar a estos trabajadores con viandas, que sirvieron para que sus piernas no dejaran de andar.
A la hora de comer, los mineros hablan de las noticias que tienen que ver con ellos, del recorte de las ayudas al sector en los últimos presupuestos generales del Estado, que alcanza un 63 %, y de los trabajadores del carbón que están encerrados en varias explotaciones españolas.
Alguno de los miembros de esta marcha criticó al ministro español de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, a quien acusan de no querer negociar los recortes con el sector.
El esfuerzo que hacen se nota en sus lesiones. Después de las comidas de estos días, algunos voluntarios de la Cruz Roja, que acompañan a la marcha desde el principio, se dedican a atender a los caminantes.
A lo largo de estos últimos días de camino se incorporaron familiares para acompañar a los mineros en el final de la marcha.
La ‘marcha del carbón’ encarará mañana los últimos kilómetros hacia la capital de España.
EFE
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