La leche materna reduce el riesgo de desarrollar hiperactividad en el niño, así lo asegura un estudio realizado en Israel y publicado en la revista "Breastfeeding Medicine".
Sobre el estudio:
Se comparó un grupo de 56 niños de entre 6 y 12 años diagnosticados con TDAH (Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad) con otros dos grupos de control: uno compuesto por 52 hermanos de estos niños sin TDAH y otro por 51 niños no hermanos también sin TDAH.
Se analizó la forma en que habían sido alimentados los niños durante el primer año de vida y encontraron que a los tres meses tenían más posibilidades de padecer el trastorno aquellos que habían sido alimentados con leche de fórmula frente a los que habían sido amamantados.
A los tres meses sólo el 43 por ciento de diagnosticados con TDAH había sido amamantado, en comparación con el 69 por ciento del grupo de los hermanos y el 73 por ciento del grupo de control.
La diferencia se hace más significativa a medida que los niños crecen:
A los seis meses, sólo el 29 por ciento de los afectados con TDAH había sido amamantado frente al 50 por ciento del grupo de hermanos y al 57 por ciento del de control.
La doctora Aviva Mimouni-Bloch, de la Facultad de Medicina de Tel Aviv, directora del estudio dio: “Lo único que estamos señalando es que hay indicios de que los bebés que fueron alimentados con leche de fórmula tienen tres veces más probabilidad de padecer TDAH que los que recibieron leche materna. No se está diciendo que sólo lo padecen los niños alimentados con leche artificial, pues hay otros muchos factores involucrados, pero sí que la leche materna reduce el riesgo de desarrollar hiperactividad en el niño”, puntualizó.
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