´La situación en Gaza continua devastadora e impredecible. Miles de aterrorizadas personas tratan de huir de los ataques y hallar refugio en instalaciones de la UNRWA´, explicó Chris Gunnes, portavoz de agencia en el área.
Más de 4.000 palestinos buscaron refugio en instalaciones de la ONU después de que 45 personas perdieron la vida en la jornada más mortífera de la ofensiva israelí contra Gaza y el Ejército anunciara que este domingo bombardearía con intensidad el norte de la Franja.
Hombres, ancianos, mujeres y niños con el rostro apresurado y compungido se subieron a primera hora de la mañana a cualquier vehículo posible, dejando atrás sus hogares y con escasos enseres como equipaje.
Burros, tractores, camiones, carros, cualquier medio era bueno para tratar de llegar a una de las ocho escuelas que la Agencia de Naciones Unidas para los refugiados palestinos (UNRWA) habilitó para acoger al flujo de desplazados.
"La situación en Gaza continua devastadora e impredecible. Miles de aterrorizadas personas tratan de huir de los ataques y hallar refugio en instalaciones de la UNRWA", explicó Chris Gunnes, portavoz de agencia en el área.
"Hemos abierto ocho escuelas y solo hoy cerca de 4.000 personas han buscado refugio. El número está creciendo a lo largo del día", agregó.
En la más grande de ellas, en Rimal, cerca de 200 familias buscaban este domingo un aula o un rincón donde instalar un pequeño campamento.
Los más afortunados, aquellos que llegaron a primer hora, lograron "colonizar" algunas de las estancias, plagadas de colchones, atillos de ropa, viandas, agua y en algunos casos infiernillos para cocinar.
Otros trataban de hallar acomodo entre las decenas de sillas y de pupitres apilados en el pasillo, cansados por el calor y el ayuno del mes de Ramadán, con la esperanza de poder descansar una noche a salvo.
"No hay nada seguro en Gaza, solo nos queda confiar en Alá. Esperemos que así sea", subrayó en declaraciones a Efe el responsable, Akif Slalif, tras recordar que en 2009 ya hubo que lamentar un ataque israelí, sin víctimas, sobre una escuela.
EFE
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