La preocupación ambiental ha llegado al sector funerario y existen alternativas de entierro, como féretros biodegradables, enzimas que aceleran la descomposición o vehículos fúnebres eléctricos.
Féretros y urnas biodegradables, enzimas que aceleran la descomposición y dejan los huesos limpios o vehículos fúnebres eléctricos son algunos de los ejemplos que facilitan una despedida de la vida mucho más verde.
La preocupación ambiental ha llegado al sector funerario y existen alternativas de entierro o de incineración ecológicas que nos reconcilian con la naturaleza, porque después de muertos también podemos reducir el impacto ambiental.
Se estima que en Europa más de un millón de árboles son talados cada año para ser utilizados en los servicios funerarios (alrededor de 350.000 sepelios cada año solo en España), según datos de Maderón Ecowood Logic.
Esta firma fabrica cada año unos 10.000 féretros biodegradables a base de un tipo de "madera alternativa", elaborada con una pasta de cáscaras de almendra y resinas naturales, mezcladas a alta presión y temperatura", explican a EFE desde esa empresa.
Otra opción es el ataúd "bio" a base de cartón, que evita la tala de árboles, recicla residuos y se descompone naturalmente, una característica que implementó su inventor, el presidente de Restbox, Mauricio Kalinov.
Para hacer un ataúd normal "se necesita un árbol" y con su sistema se pueden conseguir cien féretros "ecológicos", que se desintegran en 150 horas y emiten una cuarta parte de CO2.
Sin embargo, la tradición pesa y "la gente sigue apegada al féretro tradicional", recuerda a EFE Jesús Pozo, director de la revista Adiós, de la Empresa Mixta de Servicios Funerarios de Madrid.
Los humanos contaminamos hasta después de muertos, pues cuando se descompone un cadáver, por ejemplo, desprende lixiviados (líquidos), recuerda Pozo.
Para evitarlo -relata- hay productos como Bionzimex-DCH, de patente española, que acelera la descomposición del cuerpo dentro del féretro; se trata de una espora que deja los huesos limpios, reduce los malos olores y evita que los fluidos lleguen a la tierra.
La oferta verde también llega a la movilidad y no son raras las empresas funerarias y cementerios que ofrecen a sus clientes coches fúnebres ecológicos, como el Cementerio Parc de Roques Blanques del Papiol (Barcelona) que emplea un automóvil eléctrico para entierros y traslados dentro del recinto.
EFE