El efectivo obligó a las víctimas a abandonar sus casas y, luego, les disparó a sangre fría. El hecho ocurrió en la provincia de Uruzgán.
Un alto mando policial afgano mató hoy a tiros a once civiles tras forzarlos a abandonar sus casas en represalia por el asesinato de dos de sus amigos en la provincia de Uruzgán, en el sur de Afganistán, informó a Efe una fuente oficial.
Según un miembro de la oficina del gobernador provincial, que pidió el anonimato, el oficial, identificado como "comandante Shujai" y perteneciente a la etnia hazara, asesinó a los civiles en venganza por la muerte el miércoles de sus amigos a manos de un grupo radical islámico talibán.
"Shujai mató a los civiles porque pertenecían a la etnia pastún (a la que pertenecen la mayoría de los talibán)", explicó la fuente.
El jefe del Consejo provincial, Ibrahim Akhundzada, declaró, por su parte, a la agencia local Pajhwok que el suceso tuvo lugar en el distrito de Khas Uruzgán y aclaró que el comandante tenía libertad de movimientos al estar respaldado por las fuerzas internacionales.
Según Akhundzada, el oficial poseía un largo historial de acoso a civiles y había sido detenido tres veces después de cometer "crímenes similares" en el pasado, aunque siempre fue puesto en libertad.
EFE
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