Diversos estudios a nivel mundial han demostrado que la educación de la niña es la mejor inversión para asegurar un desarrollo humano sostenible.
“En muchos lugares de nuestro país las niñas dejan de estudiar porque se les considera solo para trabajos del hogar y porque tienen que ayudar a sus familias. Las niñas peruanas tienen mayores dificultades para establecerse”, dijo Gina Vargas, socióloga de la ONG Flora Tristán en el marco de la campaña “Chicos con sueños, que su trabajo sea estudiar”.
Vargas indicó que educar a la niña no solamente le brinda la opción de incorporarse en el mercado laboral de una manera digna; sino que también cambia el futuro de su futura familia.
“La educación de las niñas beneficia no solo su propio futuro sino también el del país y el de su comunidad. Una mujer que va al colegio será una persona con mayor conciencia de derechos, mayor control sobre su vida y valorarán más la educación de sus hijas”, agregó.
Asimismo, dijo que garantizar una educación de calidad a las niñas peruanas es significativo para romper el círculo de la inequidad y pobreza.
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