Mandataria brasileña Dilma Rousseff recalcó la posición firme de no estar de acuerdo de ninguna manera con interferencia de correos electrónicos y de llamadas telefónicas.
La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, condenó cualquier acto de interferencia extranjera en el país al referirse a las denuncias de que los brasileños fueron objetos de espionaje por parte de agencias de inteligencia de Estados Unidos.
Si hubo participación de otros países u otras empresas que no son brasileñas en labores de espionaje se trata de una violación de la soberanía nacional y de los derechos humanos, resaltó Rousseff tras participar en el lanzamiento del programa de salud "Más médicos".
Instó asimismo a mantener cautela, pues se ordenó una investigación para confirmar estas denuncias de espionaje de Estados Unidos de las comunicaciones brasileñas.
Estas declaraciones se registran después de que el rotativo O Globo publicara anoche un artículo en el cual señala la existencia de informes sobre el seguimiento realizado por agencias de espionajes estadounidenses a correos electrónicos y llamadas telefónicas de compañías y ciudadanos brasileños en este país.
La información proviene del excontratista de la Agencia norteamericana de Seguridad Nacional (NSA) Edward Snowden, quien entregó en junio último a la prensa documentos clasificados que revelan programas de espionaje de Washington contra entidades comerciales e instituciones privadas y públicas de 35 países.
La mandataria brasileña recalcó la posición clara y firme de no estar de acuerdo de ninguna manera con interferencia alguna de correos electrónicos y de llamadas telefónicas, y recordó que se pidió explicaciones al embajador de Estados Unidos en esta nación.
Vamos a presentar esta denuncia a la Unión Internacional de Telecomunicaciones, con sede en Ginebra, para garantir la seguridad cibernética, tanto para telecomunicaciones como para las redes de internet, aseveró.
Rousseff dijo que el Gobierno hará igualmente propuestas a Naciones Unidas para prohibir el abuso y evitar la invasión de la privacidad de los usuarios de las redes virtuales de comunicación.
Señaló que el Gobierno solicitará además el establecimiento de normas claras de conducta de los Estados en el campo de la información y las telecomunicaciones para garantizar la seguridad cibernética que protege los derechos de los ciudadanos y preservar la soberanía de todos los países.
Andina
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