Funcionario de la ONU explica que el incremento de la producción de coca para el narcotráfico implica mayor uso de insumos químicos y contaminación de las fuentes de agua.
Alarmante. El valle de los ríos Apurímac y Ene (VRAE) podría quedarse sin suficiente agua, debido a la expansión de los cultivos ilegales de hoja de coca, advirtio el representante de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) para Perú y Ecuador, Flavio Mirella.
Fue al referirse al reciente informe de la UNODC, en donde se señala que la superficie de cultivos de coca en el valle de los ríos Apurímac y Ene, aumentó en 2,200 hectáreas del 2010, en comparación al 2009, lo que significa un incremento del 12.8%.
Mirella explicó que el incremento de la producción de coca que va al narcotráfico implica un mayor uso de insumos químicos para elaborar la droga, lo que genera contaminación y disminución de los niveles de agua limpia.
“Si en los próximos cinco años se mantiene esta situación el valle podría quedarse, incluso, sin agua”, manifestó Mirella en declaraciones a Inforegión.
El funcionario manifestó que otra consecuencia de la expansión de la frontera cocalera es la creciente deforestación, lo que finalmente termina por provocar deslizamientos, huaycos e inundaciones como los que azotaron a Sivia y Llochegua hace algunos meses.
“A más coca, menos bosques de protección. Entonces, el problema no es solamente la coca sino el hecho que se arrasen los árboles, lo que influye en la poca capacidad de retención del agua y el sostén del suelo”, expresó Mirella.
El representante de las Naciones Unidas, atribuyó el incremento de la producción de coca a la ausencia de suficientes programas de desarrollo alternativo o de erradicación del cultivo ilegal.
“La erradicación sola no da resultados favorables. Hay que aplicar medidas que involucren al campesino donde se promueve paz social y programas de desarrollo que les facilite el ingreso a los mercados”, puntualizó.
Fuente: Inforegión
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