El fondista huancaíno Cristhian Pacheco luchó por entrar en el podio en la maratón de Río 2016. “No tenemos el apoyo necesario para estar al nivel de ellos”, comentó Raúl.
Cuando era niño, Raúl Pacheco no quería ser fondista sino futbolista. En su Huancayo natal su diversión era jugar con la pelota en el campo deportivo de Coto Coto, en el distrito de Chilca. Hasta que un día, ante la insistencia de su hermano mayor, comenzó a correr por los paisajes serranos. A los 18 años se inscribió en una carrera de un distrito cercano. La ganó, le gustó y decidió correr sin balón, con pista libre. Hoy, a los 37 años, el mejor fondista peruano en la actualidad, intentó dar la sorpresa en la maratón de Río 2016 pero no pudo. Terminó en el puesto 66 (2h. 20m y 13s).
Vendedor ambulante – Tras descubrir su talento para el atletismo empezó a ganar competencias. Junto al profesor Benjamín Flores pasó de los 1.500 metros a los 5 mil y los 10 mil. Pero su camino siempre estuvo lleno de obstáculos. La falta de apoyo y recursos hizo que trabajara de lo que sea: ayudante de tienda, vendedor ambulante de artículos de limpieza. A los 23 años quedó tercero en su primera maratón, la Maratón de los Andes de Sudamérica (que se desarrolla sobre los 3.330 msnm). Al año siguiente la ganó y recibió un importante premio económico. Quizá podía vivir de eso.
Récord nacional – Desde entonces comenzó a tomar el atletismo más seriamente. En 2013 ganó la Maratón de México, una de las más importantes del continente y de su vida. En 2015 quedó sexto en la Maratón de Rotterdam (Holanda) luchando palmo a palmo con atletas keniatas y etíopes, potencias mundiales en fondismo. Llegó sexto con un tiempo de 2 horas, 11 minutos y 1 segundo. Clasificó a los Juegos Olímpicos de Río 2016 y consiguió romper el récord nacional imbatible por 19 años.
Cristhian Pacheco, sigue el ejemplo del hermano – Así como Raúl Pacheco se interesó por el atletismo por iniciativa de su hermano mayor, así comenzó Cristhian Pacheco, hermano menor de Raúl. Apoyado por el ejemplo del hermano no tuvo que padecer los mismos sufrimientos. Al mismo tiempo de dedicarse al deporte, cursa estudios de contabilidad en la Universidad Peruana Los Andes. “La iniciativa fue de mi hermano Raúl, quien a los 17 años me invitó a participar en este tipo de competencia”, comentó para Correo.
Le discutió la meta a los keniatas – Tras clasificar a sus primeros Juegos Olímpicos en la Maratón de Rotterdam (2016) estableció el tiempo requerido para llegar a Río 2016 (fue el mejor latino de la competencia). El segundo atleta más joven en participar en la maratón de Río 2016 (primero está un japonés de 21 años) estuvo en el puesto 3 en los primeros 25 kilómetros de la competencia. Sin embargo, no pudo sostener el ritmo y finalizó en el puesto 52 (2h. 18m. 41s.). “Hemos hecho todo lo que podíamos”, comentó para Latina tras dar la sorpresa.
Falta de apoyo - “Me siento orgullosos de correr con mi hermano en unos Juegos Olímpicos”, comentó Raúl Pacheco a El Comercio tras terminada su participación en Río 2016. Los hermanos Pacheco no lograron lo que ellos mismos esperaban en la competencia. El fondista Raúl Machacuay fue el mejor peruano en la competencia al finalizar en el puesto 45 (2h. 18m. 00s.). Raúl y Cristhian lucharon para dar la sorpresa en Río 2016 pero no pudieron. Su desazón la hicieron llegar con una frase repetitiva pero necesaria: “Falta un poco más de preparación y apoyo de las autoridades, empresas privadas (…) No solo se debe entrenar en Huancayo sino en México, Colombia, Europa”.
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