El arquero debió ser expulsado pero el árbitro no vio la acción y nadie del equipo rival reclamó la evidente falta.
En un partido de la liga de Egipto se vivió una jugada inexplicable. Un delantero del Nasr Taadeen estaba a punto de empatar el partido tras un gran contragolpe pero su disparo fue rechazado por el arquero del Ismaily cuando estaba 4 metros fuera del área. Sorprendentemente ningún jugador protestó y siguieron con la jugada.
El árbitro no sancionó la evidente falta y el cuerpo técnico del equipo perjudicado al parecer ni se dio cuenta. La acción es clara y el portero debió ser expulsado por evitar la ocasión de gol. Nasr Taadeen perdió el partido y está en el último lugar del campeonato egipcio.
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