La ofensiva de las fuerzas leales a Bachar al Asad volvió a centrarse en la ciudad de Homs, uno de los principales feudos de la oposición.
Al menos 32 personas murieron hoy en Siria, entre ellas siete menores y cuatro soldados desertores, al reprimir las fuerzas de seguridad las manifestaciones convocadas en todo el país contra el régimen del presidente sirio, Bachar al Asad.
Los opositores Comités de Coordinación Local informaron en un comunicado de la muerte de 18 personas en Homs (centro), cinco en Idleb (norte), cuatro en Hama (centro), tres en los alrededores de Damasco y dos en Deraa (sur).
La ofensiva de las fuerzas leales al régimen volvió a centrarse en la ciudad de Homs, uno de los principales feudos de la oposición y que, según la organización Human Rights Watch (HRW), ha sido objeto de crímenes contra la Humanidad desde que comenzó a mediados de marzo la revuelta contra Al Asad.
Entre las víctimas mortales de Homs hay dos mujeres y la mayoría de los fallecimientos se produjeron por disparos de las fuerzas de seguridad y del ejército, desplegado en algunas zonas de la ciudad.
Los barrios más afectados fueron Al Bayada, Dir Baalba, donde se oyeron varias explosiones, Baba Amro y Karam al Zeitun.
En cuanto a los soldados disidentes fallecidos, los Comités dijeron que perdieron la vida en la provincia de Idleb, pero no especificaron las circunstancias de su muerte.
Esta provincia es escenario frecuente de combates entre las tropas regulares y los desertores del ejército, que se cuentan por varios millares y se han organizado en el denominado "Ejército Sirio Libre".
EFE
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