Insuficiente capacidad de tránsito provocada por los trabajos de mantenimiento es la principal causa de la congestión que lleva ya 11 días.
Las retenciones se iniciaron hace once días entre la capital china y Huai"an, en la provincia de Hebei, y Jining, en la región autónoma de Mongolia Interior, dentro de la Autopista Nacional número 110, que une Pekín con el Tíbet.
La vía canaliza gran parte del tráfico pesado desde Pekín hacia el oeste del país, con el paso continuado de camiones de varias toneladas de peso, lo que ralentiza la circulación y erosiona la calzada.
Paralelamente al atasco, que inmoviliza a miles de automóviles y camiones, han florecido pasatiempos como las siestas improvisadas o las partidas de cartas entre conductores para amenizar la espera, y también un mercado de víveres a precios desorbitados, al que los afectados se ven obligados a acudir.
Las autoridades achacaron el atasco a los preparativos para la reparación de la vía, que oficialmente empezó este lunes y se alargará durante varias semanas, hasta el 16 de septiembre.
No obstante, la explicación extraoficial del enorme embotellamiento apunta al transporte ilegal de carbón desde las cuencas mineras del norte del país, que, a falta de ferrocarril, debe hacerse de manera prácticamente íntegra por carretera.
Más de dos tercios del consumo energético de China proviene del carbón y la provincia de Shanxi era la cuna tradicional de este combustible en China, pero en los últimos años se descubrieron y empezaron a explotar numerosos yacimientos en la región de Mongolia Interior, lo que desplazó los flujos de camiones a otras vías.
En este sentido, el periódico "Beijing News" citó los testimonios de transportistas que explicaron que la autopista 110 se convirtió en la principal salida de carbón de Mongolia Interior, debido, entre otras cosas, a que carece de controles policiales, circunstancia que permite la circulación libre de camiones cargados con carbón sin declarar.
El caso del atasco gigantesco resume parte del problema al que se enfrenta el régimen comunista: el crecimiento económico desaforado de las últimas tres décadas, cercano al 10 por ciento anual, ha superado en ritmo al avance del propio país.
Aunque se trata de cifras sin consolidar, a principios de mes China ascendió oficiosamente al segundo escalón mundial tras superar en PIB a Japón en el segundo trimestre de este año: en términos nominales (sin tener en cuenta la variación de los precios), 1,33 billones de dólares por 1,29 millones de dólares.
EFE
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