El hombre no acepta la separación y entró armado con un revólver en casa de su ex pareja. La Policía continúa el diálogo para rescatar con vida a la víctima.
La dirección de la Policía Militarizada del estado brasileño de Río Grande do Sul reanudó hoy las conversaciones para lograr la rendición del secuestrador y por ahora no tiene planeado una operación para liberar a la mujer, dijeron fuentes policiales.
Los policías tienen cercado desde el mismo viernes la residencia en la que el vigilante Rodrigo Luciano Luz, de 32 años, se atrincheró con su esposa Josiane Ponte, de 29 años, en Canoas, uno de los municipios del área metropolitana de Porto Alegre, la capital de Río Grande do Sul.
El secuestrador liberó el sábado a sus dos hijos, un niño de 11 años y una niña de 8, a los que también había tomado como rehenes, y llegó a herir de un balazo a un cuñado que intentó ingresar a la residencia para conversar.
Según el portavoz de la Policía Militarizada, mayor Eduardo Amorim, las negociaciones son encabezadas por un mayor y un capitán que se relevan a cada 30 minutos para conversar por teléfono móvil con el vigilante.
La policía aún no ordenó suspender los servicios de agua y luz en la residencia y espera que el secuestrador termine rindiéndose por cansancio.
De acuerdo con familiares, Luz no acepta la separación solicitada por su mujer y llegó a solicitar ayuda médica debido a que sufría de depresión. EFE
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