No se llegó a los resultados concretos que todos esperaban aunque se augura que en la siguiente reunión en Dinamarca se llegue a buen puerto
No hubo acuerdo en cifras de reducción de gases de efecto invernadero (GEI), los países en desarrollo solicitan una reducción de gases de un 40% hasta 2020 sobre las cantidades existentes en 1990, en cambio los países ricos hablan de entre 11 al 15%.
Si no queremos que la tierra se vulnere en perjuicio de la humanidad, no se puede permitir que la temperatura suba más de 2 grados centígrados sobre la base de las temperaturas preindustriales que se encuentran en 0.7% más de lo normal en promedio.
Esto sería catastrófico para los sistemas ecológicos, alteración de los patrones meteorológicos, subida del nivel de agua de los mares (en Barcelona trabajaban agrupados los estados- isla), reducción de los nevados (nuestro Pastoruri ahora cerrado atraía el 70% de las visitas de los casi 250 mil turistas que llegan a Ancash al año) y la escasez de agua en varias ciudades y en particular Lima que está considerada como la segunda ciudad desértica del mundo después de El Cairo.
Se le preguntó a un diplomático de la subregión que no quiso que revelara su nombre: ¿por qué los países de América Latina trabajaban en esta conferencia de manera individual y no en grupo como África? "Lamentablemente la política ha llegado a esta reunión y esta conferencia se ha politizado para los de América Latina", respondió.
Sin embargo, el Perú como uno de los cinco países del mundo más afectados por el cambio climático y que solo es responsable del 0.4% de las emisiones mundiales de gas de efecto invernadero ha tenido una posición activa en busca de un acuerdo fuerte y vinculante, con el compromiso de reducir drásticamente la deforestación cuya consecuencia es casi el 50% del efecto invernadero generado por los gases contaminantes a nivel nacional.
El primer día de la conferencia, la institución ecologista Greenpeace colocó una pancarta de 600 mts2 en una de las torres de la catedral más emblemática de Barcelona, La Sagrada Familia, construida por Antonio Gaudí y que decía: ""Líderes mundiales tomad la decisión de salvar el clima".
Ayer jueves hicieron una simulación de truenos, lluvias y tormenta a fin de llamar la atención y pedir que el cambio climático no se agudice.
Ahora, el debate se traslada a Copenhague pero con la esperanza de que Estados Unidos apruebe antes de la cumbre de diciembre la ley interna que necesitan para cumplir con las reducciones que se plasmen en el tratado que suceda al de Kyoto que expira en 2012.
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