Miles de ciudadanos montados en camionetas y motocicletas se movilizan por las calles en rechazo al actual Parlamento y bajo la consigna de nuevas elecciones.
La Policía espera unas 50.000 personas atiendan a la concentración en la avenida de Rajdamnoen, cerca del antiguo Palacio Real, la mitad del número que alcanzaron en el inicio de las manifestaciones, el pasado 14 de marzo.
Los dirigentes del Frente Unido para la Democracia y contra la Dictadura, la plataforma cívica de los "camisas rojas", cancelaron anoche la marcha multitudinaria que habían anunciado para este sábado por temor a incidentes.
No obstante, grupos de camionetas y motocicletas ruedan por las calles de Bangkok desde la mañana con banderas coloradas y megáfonos que ofrecen música y consignas a favor de las protestas.
El Gobierno declaró la Ley de Seguridad Interna en la capital y provincias aledañas el 11 de marzo y desplegó unos 50.000 militares y policías para evitar que las movilizaciones se tornasen violentas, como ocurrió en abril del 2009.
A pesar de la ausencia de violencia y el "guante blanco" empleado por los cuerpos de seguridad en las protestas, 11 granadas y artefactos explosivos han sido arrojados por desconocidos contra edificios públicos y cuarteles en estos días, sin causar víctimas mortales.
La última explosión ocurrió esta madrugada contra el Departamento de Aduanas en Bangkok, que sólo causó daños materiales.
Tailandia está inmersa en una profunda crisis desde el golpe de Estado que depuso en el 2006 al multimillonario Shinawatra, un ex policía que se ganó a las clases populares con políticas sanitarias y sociales.
La mayoría de los "camisas rojas" y las clases más humildes del norte y noreste del país idolatran a Shinawatra y consideran a Vejjajiva, del Partido Demócrata, un "hombre de paja" de la elite y el Ejército.
EFE
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