Al menos 700 obreros intentan frenar este desastre ecológico producido por la mayor petrolera china en Shaanxi.
Se desconoce la cantidad de petróleo que el oleoducto de China National Petroleum Corp (CNPC) ha vertido en el Wei desde que se produjo el pasado miércoles el accidente debido a unas obras, aunque el gobierno provincial de Shaanxi calcula que han sido unos 150 metros cúbicos.
El conducto une las capitales de las provincias chinas de Gansu y Henan.
Según CNPC, el escape de diesel está controlado, después de se detuviera el funcionamiento del oleoducto.
El accidente provocó que "grandes cantidades de diesel" se vertieran tanto en el río Wei como en el Chishui, ambos afluentes del río Amarillo.
A última hora del sábado el gobierno local de Shaanxi señaló que el diesel afecta a un tramo de ambos afluentes cercanos a la comarca de Huaxian.
CNPC ha construido 23 diques en ambos ríos y el gobierno local otros tres para evitar que el diesel penetre en el río Amarillo, informa la agencia de noticias Xinhua, y la petrolera asegura que la mayor parte del combustible ha sido ya extraído.
Las autoridades han instado a los residentes locales a no usar agua del río directamente.
Las investigaciones preliminares indican que el escape fue causado por unas obras que llevaba a cabo una tercera empresa, según CNPC.
China es uno de los países más contaminados del mundo debido a una veloz industrialización que ha convertido al país asiático en la tercera potencia económica en menos de tres décadas.
La mayor parte de los ríos y costas de China están altamente contaminados, y es uno de los países que emite más dióxido de carbono a la atmósfera.
Sin embargo, Pekín se negó en la reciente cumbre para el cambio climático celebrada en Copenhague a limitar cualquier tipo de emisiones que pueda frenar su desarrollo.
-EFE
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