Hugo Chávez ordena reducción en producción del crudo debido a crisis

El presidente venezolano Hugo Chávez en una de sus largas intervenciones televisadas anunció varias medidas que su Gobierno adoptará para hacer frente a la crisis internacional, que -segùn dijo- ha afectado indirectamente a su país debido a la caída del precio del petróleo.

El mandatario anunció un recorte de 6,7 por ciento en el presupuesto fiscal de este año y subió el Impuesto al Valor Agregado (IVA) del nueve al 12 por ciento para sostener la viabilidad de los planes sociales de su gestión.

La revisión presupuestaria incluye una rebaja de la producción diaria de crudo, que será de 3,17 millones de barriles diarios para acatar los recortes decididos por la Organización de países Exportadores de Petróleo (OPEP), y no de 3,3 millones previstos inicialmente.

"si aquí no hubiese un gobierno revolucionario... ¡sálvese quién pueda!", dijo Chávez al referirse a la principal fuente de ingresos de Venezuela.

Durante su intervención, el presidente venezolano citó en repetidas ocasiones artículos de prensa e informes de analistas en los que se destaca los graves efectos de la crisis en diversos países, y especialmente en Estados Unidos.

Así, recomendó al presidente estadounidense, Barack Obama, imitar sus "políticas socialistas", "mirarse el color de su piel" y no gobernar para los ricos de su país. Y le alertó: "Cuidado Obama... y se te prende una revolución social".

El polémico presidente adelantó además un incremento del 20 por ciento del salario mínimo, descartando una posible devaluación la moneda, que desde 2005 mantiene una paridad oficial de 2,15 bolívares por dólar.

Acompañado de todos sus ministros, anunció, que decretará la inmediata eliminación de cualquier gasto suntuario en su Gobierno, lo que incluirá vehículos de ejecutivos, remodelación de mobiliarios, nuevas sedes, publicidad y propaganda e, incluso, "regalos corporativos y misiones no necesarias de funcionarios al exterior".

A través de otro decreto, el presidente venezolano anunció que fijará un máximo en las remuneraciones totales de los funcionarios del Gobierno, pero "solamente en los niveles superiores".

Recomendó en ese sentido al Parlamento unicameral, de mayoría oficialista, preparar una ley que rebaje "los súper salarios que dan pena (vergüenza)" de funcionarios de otros poderes del Estado.