Supervisión estará a cargo de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), con la que fijará una fecha para una visita de inspección, afirmó funcionario.
La revelación de la existencia de estas instalaciones, situadas a un centenar de kilómetros de Teherán, acentuó la presión internacional sobre Irán.
"Vamos a enriquecer uranio a un máximo de 5%", declaró Salehi, jefe de la Organización Iraní de Energías Atómica (OIEA), desmintiendo cualquier naturaleza "militar" de la planta.
"Si la instalación fuese de naturaleza militar ¿cómo explicar que estará bajo supervisión de la AIEA?", preguntó en ese sentido.
Poco antes, Salehi había afirmado que Irán fijaría con la AIEA una fecha para la visita de inspectores a su nueva planta de enriquecimiento de uranio.
"El presidente Mahmud Ahmadinejad afirmó que no teníamos problemas para una inspección de conformidad con las reglas. Discutiremos con la Agencia y la fecha de la inspección será anunciada ulteriormente, después de que lleguemos a un acuerdo", aseguró.
Ahmadinejad afirmó que la nueva instalación es "perfectamente legal", mientras que Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña instaron a Irán a dar a conocer todas sus actividades nucleares bajo la amenaza de sanciones.
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