Existen riesgos de desprendimientos y la formación de torrentes de lodo y piedras en las localidades situadas en las laderas y al pie de barrancos.
La inusual pluviosidad de los meses de enero y febrero en la seca región del sur californiano, donde se calcula que no llovía tanto en esta época del año desde hacía un lustro, ha llevado a los servicios de emergencia a estar en alerta cada vez que se anuncia un nuevo frente de lluvias.
Los incendios del pasado verano en las montañas que rodean el área metropolitana de Los Ángeles incrementaron los riesgos de desprendimientos y la formación de torrentes de lodo y piedras en las localidades situadas en las laderas y al pie de barrancos, como en Sierra Madre o en La Canada Flintridge.
Las autoridades emitieron órdenes de evacuación para más de 500 casas por precaución, especialmente después de que 43 inmuebles resultaran dañados por el lodo la semana pasada debido a otra borrasca.
Se espera que las precipitaciones continúen durante la noche, si bien la cantidad de agua será inferior a la que dejaron frentes anteriores.
EFE
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