Una refugiada iraní tiene su boca literalmente cosida durante una huelga de hambre para pedir asilo político luego de que su solicitud fuese denegada por el gobierno griego.
La protesta se efectuó en las cercanías de la Universidad de Atenas.
Como se recuerda, más de 45 mil refugiados han estado esperando durante años para que sus casos sean analizados en segunda instancia (y final).