La menor quedó ciega y con el rostro quemado y desfigurado en un atentado en Bagdad.
Una niña iraquí de tres años, que quedó ciega y con el rostro quemado y desfigurado en un atentado en Bagdad, ha llegado a Londres para recibir tratamiento médico, que será financiado por los lectores de un dominical británico.
El conmovedor caso de la pequeña Shams Karim apareció en la prensa británica hace ocho semanas, lo que llevó al dominical "The Sunday Times" a iniciar una campaña que ha conseguido recaudar 127.000 libras (unos 143.510 euros) de sus lectores.
La cadena BBC informó hoy de que Shams -Sol, en árabe- llegó ayer a Londres acompañada por su padre, Hisham Karim, y su tía abuela, Sattoota, que hicieron previamente una escala en Beirut para obtener los visados que les permitieron entrar en el Reino Unido.
En Londres, Shams recibirá tratamiento de los mejores especialistas, que han decidido no cobrar sus honorarios para ayudar a la niña a recuperar, si es posible, la vista en el ojo derecho puesto que el otro lo ha perdido, según el dominical.
La menor resultó gravemente herida en un atentado de Al Qaeda en Bagdad en noviembre de 2006, en el que su madre perdió la vida y sus dos hermanos resultaron heridos.
"Todo estaba en llamas. Traté de salvar a mi mujer, pero murió en forma instantánea. Pero en todo el caos, Shams desapareció", relató el padre en unas declaraciones que divulgó la BBC.
La pequeña fue hallada por los servicios de emergencia y llevada a un hospital, pero el padre tardó 24 horas en localizarla y sólo pudo reconocerla por los pendientes y la ropa que llevaba.
Desde entonces, Shams fue atendida en Irak y también en Aman, pero nunca recibió la atención médica avanzada que necesita.
La niña será atendida ahora en el Moorfields Eye Hospital de Londres, el mejor en el área de oftalmología, y en el hospital de niños Great Ormond Street, donde será operada, además de recibir tratamiento psicológico, según "The Sunday Times".
La pequeña no recuerda el atentado, pero parece haber resultado afectada psicológicamente puesto que se tapa los oídos cuando escucha un ruido fuerte, se niega a caminar sola y pide a su tía abuela que la lleve en brazos.
"Los ojos quedaron afectados, el rostro quemado", dijo la tía abuela al relatar el momento en que la encontraron.
"No la reconocí hasta que el personal del hospital me trajo sus pertenencias y la identifiqué por la ropa y los pendientes que llevaba", añadió.
El conmovedor caso de la pequeña Shams Karim apareció en la prensa británica hace ocho semanas, lo que llevó al dominical "The Sunday Times" a iniciar una campaña que ha conseguido recaudar 127.000 libras (unos 143.510 euros) de sus lectores.
La cadena BBC informó hoy de que Shams -Sol, en árabe- llegó ayer a Londres acompañada por su padre, Hisham Karim, y su tía abuela, Sattoota, que hicieron previamente una escala en Beirut para obtener los visados que les permitieron entrar en el Reino Unido.
En Londres, Shams recibirá tratamiento de los mejores especialistas, que han decidido no cobrar sus honorarios para ayudar a la niña a recuperar, si es posible, la vista en el ojo derecho puesto que el otro lo ha perdido, según el dominical.
La menor resultó gravemente herida en un atentado de Al Qaeda en Bagdad en noviembre de 2006, en el que su madre perdió la vida y sus dos hermanos resultaron heridos.
"Todo estaba en llamas. Traté de salvar a mi mujer, pero murió en forma instantánea. Pero en todo el caos, Shams desapareció", relató el padre en unas declaraciones que divulgó la BBC.
La pequeña fue hallada por los servicios de emergencia y llevada a un hospital, pero el padre tardó 24 horas en localizarla y sólo pudo reconocerla por los pendientes y la ropa que llevaba.
Desde entonces, Shams fue atendida en Irak y también en Aman, pero nunca recibió la atención médica avanzada que necesita.
La niña será atendida ahora en el Moorfields Eye Hospital de Londres, el mejor en el área de oftalmología, y en el hospital de niños Great Ormond Street, donde será operada, además de recibir tratamiento psicológico, según "The Sunday Times".
La pequeña no recuerda el atentado, pero parece haber resultado afectada psicológicamente puesto que se tapa los oídos cuando escucha un ruido fuerte, se niega a caminar sola y pide a su tía abuela que la lleve en brazos.
"Los ojos quedaron afectados, el rostro quemado", dijo la tía abuela al relatar el momento en que la encontraron.
"No la reconocí hasta que el personal del hospital me trajo sus pertenencias y la identifiqué por la ropa y los pendientes que llevaba", añadió.
EFE
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