Gaza cuenta con 2.000 camas hospitalarias para un población de 1,5 millones de habitantes y teme una emergencia sanitaria.
Tras los ataques en la Franja de Gaza, en donde se registraron más de mil fallecidos, la directora general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Margaret Chan, deploró la situación sanitaria que se presenta en la zona y exigió corredores humanitarios para socorrer a los heridos.
"Estoy profundamente preocupada con la salud de la población civil en Gaza. Es una de las zonas más densamente pobladas del mundo. Los civiles fueron bloqueados en una zona de combate, en la línea de fuego, con ningún lugar donde huir para estar seguros", dijo hoy Chan en el discurso de apertura del Consejo General de la OMS.
Chan recordó que, con una población de 1,5 millones de habitantes, Gaza cuenta con sólo 2.000 camas hospitalarias.
"Las instalaciones han estado absolutamente desbordadas por las necesidades de los heridos. La plantilla médica está exhausta. Esta experiencia demuestra la absoluta necesidad de corredores seguros para evacuar a los heridos graves", reclamó la directora general.
Añadió además que han visto la absoluta necesidad de proteger a los civiles, pero también de mantener la seguridad de los trabajadores de la salud, de las ambulancias y de las mercancías médicas.
Por todo ello, la directora general pidió que los cruces de frontera se abran más frecuentemente. "Lamentablemente, estamos observando que, actualmente, se dan las condiciones perfectas para que surjan brotes de enfermedades transmisibles".
"Una emergencia sanitaria en las condiciones actuales sería otra grave crisis sanitaria, que no debería ocurrir", concluyó Chan.
Precisamente, esta tarde, y a petición de Túnez, el Consejo General de la OMS decidió incluir en la agenda la discusión sobre la situación sanitaria en Gaza, tras las tres semanas de guerra con Israel. Esta se llevará a cabo mañana.
El Consejo Ejecutivo de la OMS está integrado por 34 personas elegidas por la Asamblea General de la institución para implementar las decisiones tomadas por ésta.
Se teme que la caída en las ayudas tanto públicas como privadas a los países en desarrollo, así como la disminución de las remesas enviadas por los emigrantes a sus países de origen, mermen los ingresos dedicados a los programas de salud en las naciones pobres.
Asimismo, los miembros del Consejo recordaron la mala situación en la que ya se encuentran muchos países en desarrollo que padecieron el pasado año el incremento del precio de los alimentos y del crudo, el peor escenario para el contexto actual.
EFE
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