La Cancillería de México dijo que ´aparentemente´ el joven de 14 años fue asesinado por un agente de la Patrulla Fronteriza de EEUU, a quien le habrían arrojado piedras.
La Cancillería de México aseguró que "aparentemente" el joven de 14 años que murió a tiros en la frontera entre Estados Unidos y la urbe mexicana de Ciudad Juárez fue asesinado por un agente de la Patrulla Fronteriza de EEUU que disparó contra un grupo de migrantes que le arrojaba piedras.
La dependencia condenó "enérgicamente" la muerte del menor, cuyo cadáver quedó tirado la noche del lunes del lado mexicano junto a la base del puente internacional Paso Norte, que atraviesa el Río Bravo y une a la ciudad mexicana de Ciudad Juárez con la estadounidense El Paso.
El menor habría estado jugando junto con cuatro amigos cuando le dispararon, indica El Mundo.
En un comunicado la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) indicó que solicitará al Gobierno de Estados Unidos "una investigación expedita y transparente de los hechos y, en su caso, el castigo de los culpables" de la muerte de Sergio Adrián Hernández Güereca, de 14 años.
Asimismo, reiteró que "el uso de armas de fuego para repeler ataques con piedras representa un uso desproporcionado de la fuerza, particularmente proviniendo de autoridades que reciben un entrenamiento especializado en la materia".
"La creciente frecuencia de este tipo de hechos refleja un preocupante incremento en el uso excesivo de la fuerza por parte de algunas autoridades en la zona fronteriza", manifestó la SRE.
En efecto, de acuerdo con los registros de la cancillería, "los casos de mexicanos muertos o heridos por el uso de la fuerza de las autoridades migratorias se han incrementado, al pasar de cinco en 2008, a 12 en 2009, y a 17 en lo que va del presente año", aseveró la dependencia.
Además, el organismo indicó que México "reconoce" los riesgos existentes en la región, pero argumentó que "el recurso de la fuerza letal debe ser empleado solamente cuando existe peligro inmediato para la vida de las personas y no como medida disuasiva".
La cancillería señaló que los Gobiernos de México y Estados Unidos han trabajado "en el establecimiento de protocolos y mecanismos de diálogo que permitan coordinar la acción de las instancias de seguridad en ambos lados de la frontera", para "reducir la violencia e incrementar la seguridad de las comunidades transfronterizas".
Sin embargo, a la luz de los recientes hechos "México planteará a Estados Unidos la necesidad de revisar los procedimientos seguidos por las autoridades responsables de ambos países para enfrentar la violencia fronteriza, incluyendo el uso de la fuerza letal", aseveró la institución.
Por su parte, el gobierno de Chihuahua, donde se ubica Ciudad Juárez, aseguró en un comunicado que el asesinato "se debe a una conducta xenofóbica y racista, derivada de la aprobación de la ley antiinmigrante SB 1070, en Arizona", la cual legalizó en esa región las detenciones de personas de las que se sospeche que no cuenten con sus documentos migratorios en regla.
En declaraciones al canal de noticias Milenio, la madre del joven, María Guadalupe Güereca, aseguró que el menor asesinado iba a visitar a su hermano que trabaja en la aduana del puente, y no tenía intención de cruzar a EE.UU.
Según la madre, un grupo de migrantes empezó a lanzar piedras contra los agentes estadounidenses, por lo que el joven se refugió detrás del puente del lado mexicano, donde fue alcanzado por los disparos.
Este fallecimiento se produce una semana después de que muriera en un hospital estadounidense el mexicano Anastasio Hernández Rojas, de 35 años, quien fue golpeado salvajemente por una veintena de agentes de la Patrulla Fronteriza en las inmediaciones de la garita Tijuana-San Isidro, momentos antes de ser deportado a México.
EFE
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